Los anticuerpos dirigidos son proteínas producidas por el sistema inmunitario, que se pueden modificar para activar marcadores específicos en las células cancerosas a fin de alterar la actividad cancerosa, especialmente su crecimiento incontrolado. Los conjugados anticuerpos-fármacos (ADC) contienen fármacos oncológicos que pueden dirigirse a los tumores. Los anticuerpos captadores biespecíficos de linfocitos T (BiTE) unen las células cancerosas y los linfocitos T para ayudar al sistema inmunitario a responder con mayor rapidez y eficacia. Entre los blancos de anticuerpos que se están evaluando en ensayos clínicos de cáncer de esófago se incluyen:
- cMET: vía relacionada con el crecimiento, que, con frecuencia, se activa de manera anormal en el cáncer
- Claudina 18.2: proteína de superficie que presenta expresión aumentada en algunos tipos de cáncer de esófago y participa en la invasión y supervivencia celular
- DKK1: proteína secretada que participa en la migración, la autorregeneración y la formación de vasos sanguíneos
- EGFR: vía que controla el crecimiento celular y que con frecuencia muta en cáncer
- FGF/FGF-R: vía que controla el crecimiento, la muerte y la migración celular
- HER2: vía que controla el crecimiento celular; normalmente presenta expresión aumentada en el cáncer y se asocia con la metástasis
- TROP2: proteína que normalmente presenta expresión aumentada en el cáncer y parece contribuir a la autorregeneración, proliferación, invasión y supervivencia de las células cancerosas
- VEGF/VEGF-R: vía que puede promover la formación de vasos sanguíneos en los tumores
Las vacunas contra el cáncer están diseñadas para provocar una respuesta inmunitaria frente a antígenos específicos del tumor o asociados al tumor, estimulando al sistema inmunitario a atacar las células cancerosas que contienen esos antígenos. Pueden elaborarse a partir de diversos componentes como células, proteínas, ADN, virus, bacterias y moléculas pequeñas. Entre los blancos de vacunas contra el cáncer que se están evaluando en ensayos clínicos de cáncer de esófago se incluyen:
- Antígenos relacionados con el virus del papiloma humano (VPH): proteínas víricas extrañas que se expresan mediante células cancerosas infectadas con el VPH
- Mesotelina: proteína que normalmente presenta expresión aumentada en el cáncer y posiblemente contribuya a la metástasis
- Telomerasa: enzima que ayuda a proteger la salud del ADN celular, utilizada por las células cancerosas para volverse inmortales
- Antígenos asociados al tumor (TAA): proteínas que suelen expresarse a niveles anormalmente elevados en las células tumorales y pueden usarse para atacarlas. También pueden encontrarse en las células normales a niveles más bajos
La terapia celular adoptiva consiste en extraer células inmunitarias del paciente, expandirlas o bien modificarlas, y luego volver a introducirlas en el paciente para que puedan buscar y eliminar las células cancerosas. En la terapia con células CAR T, se modifican los linfocitos T y se les agrega receptores de antígenos quiméricos (CAR) que les permiten combatir mejor el cáncer. Los linfocitos citolíticos naturales y los linfocitos infiltrados en el tumor (TIL) también pueden potenciarse y volver a introducirse en el paciente. Entre los blancos de las inmunoterapias con células que se están evaluando en ensayos clínicos de cáncer de esófago se incluyen:
- Claudina 18.2: a proteína superficial que presenta expresión aumentada en algunos tipos de cáncer de esófago, y participa en la invasión y supervivencia tumoral
- Antígenos del virus de Epstein-Barr (VEB): proteínas víricas extrañas expresadas por células cancerosas infectadas con el VEB
- Antígenos MAGE: los genes que producen estas proteínas normalmente se desactivan en las células adultas, pero pueden reactivarse en las células cancerosas, marcándolas como anómalas para el sistema inmunitario
Los inmunomoduladores manejan los «frenos» y los «aceleradores» del sistema inmunitario. Los inhibidores de puntos de control actúan sobre las moléculas de las células inmunitarias para desencadenar respuestas inmunitarias nuevas frente al cáncer, o mejorar las existentes. Las citocinas regulan la maduración, el crecimiento y la capacidad de respuesta de las células inmunitarias. Los adyuvantes pueden estimular vías para brindar una protección más prolongada o producir más anticuerpos. Entre los blancos de inmunomoduladores que se están evaluando en ensayos clínicos de cáncer de esófago se incluyen:
La terapia vírica oncolítica utiliza los virus que, con frecuencia, se modifican para infectar células tumorales y hacer que se autodestruyan. Esto puede atraer la atención de células inmunitarias para eliminar el tumor principal y, potencialmente, otros tumores del cuerpo. Entre las plataformas virales que se están evaluando en ensayos clínicos de cáncer de esófago se encuentran:
- Adenovirus: familia de virus comunes que pueden causar una amplia gama de efectos generalmente leves, como dolor de garganta, fatiga y síntomas como de resfriado
- Virus Maraba: virus que se encuentra exclusivamente en insectos